Una de las razones que explican por qué nos resultan difícil cambiar hábitos y conductas es la dificultad del cerebro para deshacerse de un hábito ya instalado.
En un artículo anterior vimos que modificar la conducta de las personas es central en la gestión y en el ejercicio del liderazgo. Hoy analizaremos por qué nos resulta tan difícil cambiar hábitos y conductas.
Aportes de la neurociencia
Es claro que cambiar demanda mucho esfuerzo, pero ahora gracias a la integración de la psicología y la neurociencia, hemos empezado a entender por qué.
Al parecer, la naturaleza fisiológica del cerebro predispone a las personas a resistirse a ciertos estilos de liderazgos y a aceptar otros. Esto explica tanto el fracaso como el éxito de muchas iniciativas de cambio.
Algunas consideraciones que deberían tenerse en cuenta (1):
1. Al cerebro le cuesta cambiar una vez que se ha formado… ...
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