Uno de los desafíos de los contratos APP es determinar y asignar correctamente los riesgos. De esta forma la alianza público-privada logrará maximizar el valor del proyecto.
La participación de asociaciones público-privadas en la construcción o complementación de las necesidades de infraestructura pública se ha popularizado en el mundo a partir de la última década del siglo pasado.
Estos contratos APP, también denominados concesiones de obras públicas, concentran bajo un solo contrato de largo plazo, las inversiones requeridas y las subsiguientes prestaciones del servicio.
De esta manera un inversionista privado financia, construye, opera y mantiene la infraestructura requerida, por un período largo de tiempo (típicamente 15, 20 o más años) al término del cual transfiere los activos al Estado.
Dependiendo del tipo de infraestructura o servicio, los ingresos del concesionario provienen de una tarifa que pagan los usuarios, como los peajes en las autopistas, o recibe pagos…
...¿Te gustó? Inscríbete a nuestro newsletter